Sonido-Afinación-Ritmo-Articulación
Estos son los 4 pilares en los que baso toda la creación y desarrollo del método. En efecto, pienso que adquiriendo, controlando y experimentando estos cuatro parámetros llegaremos a formarnos como trombonistas completos. De hecho, lo más importante cuando se toca un instrumento es el SONIDO.
Es nuestra seña de identidad, nuestra tarjeta de presentación, la que va a determinar la primera impresión de nuestro oyente. Por este motivo hay una serie de ejercicios y secciones dedicados a trabajar un buen sonido, tales como ejercicios de calentamiento, notas largas, flexibilidad lenta… Importante para nuestro sonido es tocar de manera relajada, sin crear ningún tipo de tensione que nos produzca un sonido tenso, con mala calidad, sino todo lo contrario.
Debemos tocar totalmente relajados, de forma natural y sencilla, ayudándonos de buenas respiraciones que nos den esa calidez deseada en nuestro sonido. Inmediatamente después de nuestro sonido, el oyente lo primero que percibe es nuestra AFINACIÓN. En el trombón de varas, la afinación presenta mayores dificultades que en cualquier otro instrumento de viento. Su mecanismo es solo comparable, a tal efecto, con los de cuerda. Sus posiciones están “delimitadas” por espacios aproximados, pero no están “determinadas” por elementos fijos como pueden ser los pistones, cilindros o llaves. De aquí que la “intuición”, en compenetración con el “oído”, sean factores que en el trombón, como en el violín, por ejemplo, tienen un mayor protagonismo.
Mis objetivos en dicha materia son ilustrar el conocimiento de la afinación de la vara en el trombón, notas que se afinan, correcciones, armónicos desafinados…, aspectos básicos a la hora de comenzar a interpretar en conjunto. Es muy importante ser capaz de tocar escalas, arpegios, intervalos…, escuchándose, siendo consciente de cuando se desafina, o cuando las notas no están en el sitio, es decir, desarrollar cada uno personalmente nuestro oído musical. Para ello hay que comprender la necesidad de interiorizar intervalos, arpegios, escalas, antes de su posterior ejecución, con la voz y con el trombón. En este sentido, es importante también apreciar las diferencias de afinación entre las distintas notas que forman un acorde (tónica, tercera, quinta…), sabiendo adecuar en el tratamiento orquestal sus correcciones pertinentes.
El siguiente pilar importante y básico es el RITMO. Los dos anteriores parámetros dependen y están estrechamente relacionados a este, ya que aunque tengamos un sonido ejemplar y una afinación magnífica, si tocamos fuera de ritmo no nos sirven para nada. Es importantísimo tener interiorizado el ritmo para que podamos demostrar el resto de nuestras cualidades técnicas.
Por este motivo, a lo largo de todo el método, iré dando indicaciones de tempos, así como consejos y tempos aproximativos en los que puede y debe ser estudiado el ejercicio, todo ello en función del nivel y dominio del instrumento de cada uno.
El ritmo tiene una importancia extra, ya que es el que nos ayuda a tener una buena RESPIRACIÓN de forma más natural y adecuada a lo que vamos a interpretar. En efecto, es de gran ayuda tener una subdivisión rítmica interna para coger una buena
respiración.
Y por último, nos centramos en un parámetro que, normalmente con cierta frecuencia, se tiende a olvidar y no se le da la importancia que merece: la ARTICULACIÓN. Siempre nos centramos en nuestro sonido, en que estemos afinados, en tocar con ritmo (¡Trombones tarde!)… pero casi siempre descuidamos la articulación, es decir, no definimos exactamente si es ligado, picado con raya, punto, acentos, dinámicas…, todo un mundo de pequeños aspectos que normalmente pasamospor alto y realizamos de manera similar, siendo muchos de ellos muy distintos einfluyentes en la estética de la música que estemos interpretando. Por eso, en estemétodo he querido crear ejercicios de articulación, ya que siempre, o tocamos todoligado (flexibilidad), o todo picado, casi nunca hacemos las dos cosas de forma mixta.