Con el siguiente artículo pretendo abordar uno de los aspectos más importantes e influyentes a la hora de tocar e interpretar con el Trombón: «La Respiración». En efecto, el dominio, control y buen uso de la respiración nos permitirá controlar con suma tranquilidad cualquier dificultad interpretativa relacionada con el instrumento.
Remontémonos a la primera vez que cogimos el instrumento como estudiantes y nos dicen que soplemos. Realmente, nuestro subconsciente ejecuta la orden aportando una cantidad extra de aire y energía y soplamos con bastante fuerza, aunque no produzcamos mucho sonido porque no vibramos bien los labios, no sabemos colocar la embocadura, etc. Una vez que va pasando el tiempo esa proporción Aire-Vibración va cambiando, ganando calidad y experiencia la vibración (nuestro sonido) y a la vez olvidándonos un poco de la respiración (el aire).
Cuando llegamos a nuestra etapa adulta de estudiantes pasamos a controlar perfectamente el parámetro de la vibración, es decir, ya tenemos nuestro sonido prácticamente formado, sabemos vibrar bien los labios, colocar la
embocadura, etc. Durante todo este proceso de aprendizaje hemos estado prestando mucha atención a la búsqueda de un buen sonido que, en definitiva, es lo que primero que escucha el oyente y por lo tanto lo que más queremos cuidar y mejorar. Pero el primer parámetro que desde los inicios con el instrumento tenemos más controlado de una forma mas natural (el aire) vamos poco a poco olvidando a causa de perfeccionar cuestiones relacionadas con la embocadura, aprendizaje de las notas, solfeo, posiciones de la vara…
Solo nos acordamos de esa energía y ese aire extra cuando nos encontramos con dificultades técnico-interpretativas, en las que no nos basta con haber formado bien la embocadura, el sonido y la técnica de vara, sino que nos preguntamos porqué no terminamos de poder tocar dichos pasajes. Desde pequeños, los profesores seguramente nos han estado inculcando la importancia de respirar bien para tocar el trombón, pero no es antes, sino cuando en grados medios y superiores nos damos cuenta de lo que nos decían esos profesores era importante y empezamos a interiorizar dicha importancia de una buena respiración, aunque nos cueste más trabajo después de tanto tiempo sin prestarle la máxima atención, prácticamente al aspecto más importante en la técnica interpretativa.
Realmente la gran mayoría de «barreras» que nos encontramos en nuestro «Día a Día» con el trombón son causadas por una mal respiración o simplemente por falta y escasez de aire en nuestros pulmones y abdomen. De este modo me gustaría recalcar la importancia de la Respiración, ya no solo para instrumentos de viento, sino en la música en general, porque tanto pianistas como instrumentistas de cuerda, como cualquier instrumento el cual no se produzca su sonido a través del aire, necesitan a veces en sus partituras realizar respiraciones, así como tomarlas ellos mismos de manera anacrúsica para interpretar partituras con un correcto tempo y disciplina.
Dentro de la familia del viento se le da diferente importancia a la respiración, debido a las diversas exigencias de los instrumentos en esa familia englobados. En efecto el hecho de tomar una respiración «In Tempo» de forma que con la respiración produzcamos la anacrusa perfecta para comenzar a tocar todos juntos con el ritmo adecuado es un aspecto general de los instrumentos de viento. Pero en la familia del viento-metal grave además de estas respiraciones «In Tempo» nos preocupamos de la cantidad de aire que tomamos debido a las exigencias y cantidades de aire que necesitan nuestros instrumentos. Lógicamente no hace falta tanta cantidad de aire en instrumentos de viento madera como por ejemplo en un trombón bajo o una tuba. Es una cuestión física de tamaños.
Otro concepto dentro de la respiración es elegir la duración adecuada de ésta. En mi opinión hay que analizar siempre el contexto en el que nos encontremos y la partitura a la que nos enfrentemos. La condición general es siempre respirar en la última parte, de
manera que el impulso coloque todos los componentes necesarios en su sitio (embocadura) y podamos empezar a interpretar el trombón de manera sólida, con confianza y con buen tempo. Pero esta respiración, en un tiempo de negra, podemos variarla dependiendo de las circunstancias, por ejemplo, si vamos a tocar una nota corta en piano, no hace falta respirar en dos tiempos, ni una respiración plena y llena que nos produzca incomodidades y tensiones a la hora de entrar en piano para tocar una nota de
corta duración que no requiere gran cantidad de aire para mantenerla. Simplemente podemos tomar una respiración cómoda, relajada y natural en una parte o en un tiempo de corchea, que rítmicamente nos haga ser más precisos, sin el exceso de aire que nos produciría muchas tensiones para luego controlar un ataque de una nota corta en piano.
También, por otro lado, está el caso contrario, es decir, tener que tocar un pasaje con notas de larga duración y volumen sonoro. En este caso creo que también podríamos salirnos de la norma de respirar en un tiempo. Lo ideal seria, en un tiempo, coger la máxima cantidad de aire, y de hecho se puede hacer, pero yo para estos casos prefiero tomar un tiempo de blanca y respirar en dos tiempos. Simplemente por naturalidad y dominio posterior del pasaje, dado que con una respiración en dos tiempos rítmica y bien controlada me permite tomar el control y ejecutar el pasaje con gran firmeza y aguante, cosa que respirando en un tiempo estaría algo mas incómodo o tenso al querer tomar tanto aire tan rápido. Claro está, este sería el máximo tiempo para respirar que yo aconsejaría, tres o cuatro partes para respirar es demasiado ya que perdemos la concepción rítmica, e igualmente nos vamos llenando de aire y vamos produciendo tensiones de diversa índole. Por lo tanto las tres respiraciones que yo recomiendo tomar según el pasaje interpretativo que tengamos delante, son de blanca, negra (la más recomendada de forma general) y de corchea (cuando no tenemos mucho tiempo para respirar o en pasajes muy rítmicos que necesitemos el impulso de corchea para controlar muy bien rítmicamente el pasaje). Lógicamente el tema de la respiración podría abarcarnos mucho tiempo y dedicación. De hecho puede haber diferencias de opinión y preferencias entre los profesionales del trombón (y el viento-metal en general), así como las distintas escuelas y tradiciones entre los diferentes países. En efecto cada uno puede preferir o sentirse mas cómodo con un tipo de respiración determinada, lo que si es cierto que debe haber una mayoría que prefieran utilizar las mismas ideas de respiración para poder tocar todos juntos y con una misma expresión y carácter. Yo simplemente he intentado en este artículo exponer mis
preferencias respecto a este tema y aconsejar recursos que, siempre bajo una lógica, a mi me resultan muy prácticos y me ayudan a tocar todas las dificultades que se nos presenten. Siempre exponiendo y argumentando estas ideas o preferencias de respiraciones con los compañeros de sección para unificar criterios y trabajar todos juntos como sección en pro de una música más pura y con más calidad sonora.